Supongo que la pregunta no es sólo retórica. No podría fusilar ni madar fusilar a nadie porque estoy en contra de la pena de muerte, más por principios que nada, pues estimo que el estado al erigirse en verdugo se pone a la misma altura del criminal al que pretende ajusticiar. Digo que es por principio porque el derecho a la vida es un derecho básico, primigenio y primordial, irrenunciable. Pero cuando conozco los crímenes y horrores que se cometen, en especial sobre seres indefensos como los niños y ancianos, en fin sólo por dar un orden porque al final, ante la muerte todos estamos indefensos; decía se me revuelven los principios y lucho conmigo misma porque hay un impulso fuertísimo por querer fusilarlos. Mas como no hay que tomar decisiones, en el fragor de la ira, de las que uno se arrepienta luego, sin remedio. No hubiera pedido que la fusilen.
A pesar de que el arte pareciera no tener color político ni moral, yo desearía sacarla de este y de cualquier otro muro. Aún cuando me fascina el bajorrelieve "Orpheus and Eurydice" de Arno Breker, Alemania (1944), colaborador del régimen innombrable, y lo tengo en mi blog por su innegable belleza.
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Supongo que la pregunta no es sólo retórica. No podría fusilar ni madar fusilar a nadie porque estoy en contra de la pena de muerte, más por principios que nada, pues estimo que el estado al erigirse en verdugo se pone a la misma altura del criminal al que pretende ajusticiar. Digo que es por principio porque el derecho a la vida es un derecho básico, primigenio y primordial, irrenunciable. Pero cuando conozco los crímenes y horrores que se cometen, en especial sobre seres indefensos como los niños y ancianos, en fin sólo por dar un orden porque al final, ante la muerte todos estamos indefensos; decía se me revuelven los principios y lucho conmigo misma porque hay un impulso fuertísimo por querer fusilarlos. Mas como no hay que tomar decisiones, en el fragor de la ira, de las que uno se arrepienta luego, sin remedio. No hubiera pedido que la fusilen.
A pesar de que el arte pareciera no tener color político ni moral, yo desearía sacarla de este y de cualquier otro muro. Aún cuando me fascina el bajorrelieve "Orpheus and Eurydice" de Arno Breker, Alemania (1944), colaborador del régimen innombrable, y lo tengo en mi blog por su innegable belleza.
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